servicios de outplacement

El outplacement es el proceso de recolocación o reubicación de una parte del personal de la organización en otras empresas, de acuerdo con su perfil profesional y su plan de carrera. Esta técnica suele incluir asistencia psicológica para afrontar la pérdida del trabajo ya que suele suponer un nivel de estrés muy elevado. Es una práctica cada vez más consolidada que se encarga de ayudar tanto a las empresas como a los empleados que se han visto afectados por una reestructuración o recortes.

Para que un proceso de outplacement sea eficiente y aporte valor tanto a la empresa como al trabajador se deben estudiar las capacidades y aptitudes del trabajador despedido. De ese modo, se podrá identificar para qué puestos está mejor capacitado. También será necesario el asesoramiento al empleado desde la total sinceridad, ofreciéndole una visión real y honesta del mercado laboral y de sus posibilidades. Además, es importante ayudar al trabajador a establecer sus metas de futuro y un plan a largo plazo en su carrera profesional. Para todo ello, es necesario ofrecerles asesoría psicológica que eviten posibles trastornos en la persona despedida como depresión, ansiedad o baja autoestima.

El outplacement va a facilitar la negociación de salida con cada empleado, también aliviará el impacto emocional que el proceso puede provocar en las personas que son despedidas del puesto original, favorecerá de manera positiva la marca empleadora de la compañía, ayuda a gestionar los procesos de despido y aumenta las probabilidades del candidato de encontrar un empleo rápido además de ayudarle a tener un reto profesional.

Algunas de las claves para que el outplacement funcione son tener una actitud positiva hacia la búsqueda de empleo, definir una estrategia de búsqueda en base al perfil de la persona, conocer los métodos de búsqueda de empleo adecuados al perfil y elaborar un CV atractivo.

El procedimiento de outplacement permite que la reputación de la empresa que lo ofrece no se vea afectada tras un proceso de reestructuración del personal o por el despido de varios trabajadores y, al mismo tiempo, favorece la inserción laboral de los empleados despedidos.

Hacer uso del proceso de outplacement ya es buscar el beneficio tanto de la empresa y como del empleado. Si la empresa lo aplica, no sólo está ayudando a las personas afectadas a encontrar un nuevo puesto de trabajo adecuado a sus habilidades, sino que mejora su imagen tanto dentro como fuera de la organización haciendo que sus empleados perciban el compromiso moral y humano de la empresa con su personal.

Para realizar un proceso de outplacement debes crear un plan que facilite la transición, evaluar la reubicación, notificar la situación a los ejecutivos afectados y darles soporte psicológico y realizar las gestiones necesarias para el cambio del resto de los empleados.